
Suplantan identidad de jefa de gabinete de EE.UU. tras hackeo a su celular
Al parecer, el atacante obtuvo a su agenda de os privados y luego se comunicó con influyentes dirigentes republicanos y ejecutivos de alto perfil.

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Las autoridades federales de Estados Unidos han iniciado una investigación sobre un sofisticado intento de suplantación de identidad que habría afectado a Susie Wiles, jefa del gabinete político de la Casa Blanca. De acuerdo con información obtenida por The Wall Street Journal, el incidente incluyó el uso de mensajes de texto engañosos y llamadas telefónicas con voces artificialmente recreadas, en un intento de ar a figuras políticas y empresariales haciéndose pasar por la funcionaria.
Según fuentes cercanas al caso, la intromisión se habría originado en el teléfono personal de Wiles, dejando intacto el dispositivo oficial que utiliza para sus funciones gubernamentales. Al parecer, el atacante obtuvo a su agenda de os privados y luego se comunicó con influyentes dirigentes republicanos y ejecutivos de alto perfil. En varios casos, los mensajes que enviaba aparentaban tener carácter oficial, lo que generó confusión y preocupación entre los receptores.
Una de las señales que encendió las alertas fue el tono de las llamadas, que imitaba de forma inquietante la voz de la funcionaria. Se sospecha que esta fue recreada con herramientas de inteligencia artificial, aumentando el riesgo de que los mensajes parecieran auténticos. Además, algunos interlocutores comenzaron a dudar de la veracidad de las comunicaciones cuando el supuesto remitente, haciéndose pasar por Wiles, comenzó a formular preguntas sobre el expresidente Donald Trump, información que ella debería manejar con claridad, y, en otros casos, solicitó transferencias de dinero.
A pesar de la gravedad del suceso, ni la Casa Blanca ni el FBI han ofrecido declaraciones amplias sobre el incidente. De forma preliminar, han indicado que no se cree que el ataque esté vinculado a un gobierno extranjero, aunque no han descartado ninguna línea de investigación.
Este caso se suma a una serie de episodios recientes que ponen en evidencia los riesgos crecientes que enfrentan altos funcionarios estadounidenses frente a ciberataques y técnicas de suplantación cada vez más elaboradas. En el pasado mes de enero, por ejemplo, la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, fue blanco de un ataque informático en el que piratas lograron acceder a archivos no clasificados de su equipo de trabajo.
En paralelo, se han reportado vulnerabilidades en aplicaciones de mensajería utilizadas por funcionarios, incluyendo una versión modificada de Signal desarrollada por una empresa israelí, que también habría sido blanco de hackeos, lo que agrava la preocupación sobre la seguridad digital de los canales oficiales.
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Este incidente deja en evidencia la creciente sofisticación de las amenazas cibernéticas y el papel que juega la inteligencia artificial en la creación de fraudes creíbles. Mientras las autoridades avanzan con la investigación, el caso plantea preguntas urgentes sobre la protección de datos personales, la verificación de identidad en entornos digitales y la necesidad de actualizar los protocolos de seguridad entre altos funcionarios del gobierno estadounidense.