Gobierno Petro modera su postura frente a la consulta popular, ¿qué hay detrás?
En las últimas horas, el gobierno del presidente Gustavo Petro envió dos mensajes que dejan entrever que la peligrosa idea de convocar vía decreto la consulta popular, desconociendo la negativa del Senado, no es irreversible.
Presidente Petro anuncia que firmará decreto de consulta popular
La consulta popular y la reforma laboral, que por cuenta de la estrategia electoral del Gobierno del presidente Gustavo Petro se convirtieron en una pareja indisoluble, siguen concentrando la atención política del país, a dos semanas de la finalización de la actual legislatura en el Congreso de la República.
Gustavo Petro en alocución. Anunció consulta popular por decreto
Foto: Presidencia
El ministro del Interior Armando Benedetti dijo que, aunque ya está listo el borrador del decreto convocando a la consulta popular, la eventual aprobación de la reforma laboral en plenaria del Senado, tal y como salió de la Cámara de Representantes, podría llevar a que la consulta no sea necesaria, en la lógica del Gobierno.
De otro lado, más tarde en la convención de Asobancaria, Benedetti se comprometió a que el Gobierno Nacional respetará y acatará lo que decidan tanto el Consejo de Estado como la Corte Constitucional en caso de que a alguno de los dos altos tribunales, llegue la discusión sobre la legalidad de la consulta vía decreto.
Ministro de Interior, Armando Benedetti
Foto: AFP
Un elemento adicional para analizar es que el “fogonazo” inicial que había llevado al gobierno a anunciar que esta semana el presidente Gustavo Petro suscribiría el decreto de la discordia, se apagó y ahora esa posibilidad quedó aplazada para el miércoles de la próxima semana en Cali, a donde Petro convocó a una movilización, en teoría para firmar el “decretazo”, aunque para ese momento, es posible que el Senado ya haya aprobado la reforma laboral.
No ha caído muy bien en el Senado de la República, el pronunciamiento del ministro Armando Benedetti, pues considera que la advertencia de que desistiría de la consulta popular solo si se aprueba la misma reforma laboral que salió de la Cámara de Representantes, es una suerte de chantaje para cercenar la autonomía de la rama legislativa para cumplir su función primordial, que es la realización de leyes.
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La hora de la verdad se conocerá la próxima semana cuando se defina cómo queda la reforma laboral en la plenaria del senado… y si el gobierno decide o no saltar al vacío institucional convocando por decreto la consulta popular que ya fue negada por el Senado.