ODCA rechaza amenazas de Petro y respalda a Efraín Cepeda y al Congreso de la República
La organización, que recoge a partidos de centro derecha y humanistas cristianos de Latinoamérica, aseguró que las acciones del presidente "amenazan, vulneran y socavan el orden constitucional".
La Organización Demócrata Cristiana de América (ODCA), que recoge a los principales partidos de centro derecha y humanistas cristianos de Latinoamérica, condenó, en una comunicación los permanentes ataques del presidente Gustavo Petro al Congreso de la República. El pronunciamiento fue aprobado durante la reunión del Comité Directivo celebrada en el Capitolio Nacional.
“Sí creo que Colombia tiene que defender la institucionalidad, el Estado de Derecho y sobre todo la división de poderes. Respaldamos al senador presidente Efraín Cepeda y la valentía con la que se ha conducido desde el Senado colombiano. Sabemos que el presidente Petro se le ha puesto al brinco y nosotros desde la ODCA decimos respaldamos el actuar del senador Efraín Cepeda, un senador con 33 años de experiencia que defiende en todo momento la Constitución de este maravilloso país”, señaló Mariana Gómez, presidenta de la ODCA.
Efraín Cepeda, presidente del Senado, le responde a Gustavo Petro
Foto: Presidencia - @EfrainCepeda
En el comunicado, la ODCA expresó su solidaridad con el presidente del Congreso de la República, Efraín Cepeda, y el Partido Conservador, destacando que han sido objeto de señalamientos por parte del Ejecutivo debido a su defensa de la democracia.
El organismo regional denunció lo que considera amenazas del presidente Petro, al señalar que estas condicionan la continuidad institucional a la aprobación de sus reformas, lo que “vulnera y socava el orden constitucional”.
Asimismo, la ODCA reprobó el uso de discursos que deslegitiman al Congreso y rechazó la intención del Gobierno colombiano de convocar a una consulta popular por decreto, lo que calificó como un exceso de atribuciones y una violación al pronunciamiento del Senado.
El comunicado también advierte sobre el debilitamiento institucional que estaría generando la concentración de poder en el Ejecutivo, al tiempo que exige respeto irrestricto a los derechos humanos y al funcionamiento independiente de las instituciones. Finalmente, hace un llamado al diálogo democrático como base para la legalidad y el equilibrio institucional en Colombia.