
Niños caen de un castillo inflable arrastrado por el viento: todo quedó en video
La estructura voló por los aires con varios niños en su interior, provocando escenas de pánico entre los asistentes.

Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Una tarde de diversión casi se convirtió en tragedia en Krugersdorp, Sudáfrica, cuando un castillo inflable fue arrastrado por una fuerte ráfaga de viento durante un evento público.
En un video grabado por un testigo, se observa cómo dos menores caen desde una altura aproximada de diez metros mientras el castillo se eleva peligrosamente. Adultos corren desesperados para intentar atraparlos antes de que impacten contra el suelo. Ambos niños fueron trasladados al hospital con heridas, pero, por fortuna, ya fueron dados de alta.
Este no es un caso aislado. En diciembre de 2021, un accidente similar en Devonport, Australia, cobró la vida de seis niños cuando un castillo inflable fue elevado por el viento durante una celebración escolar. En España, en 2022, una niña falleció y varios menores resultaron heridos en Mislata, Valencia, tras la caída de una estructura inflable también por causa del viento. En Estados Unidos, decenas de incidentes se han reportado en la última década, con consecuencias que van desde fracturas hasta muertes.
Expertos advierten que este tipo de atracciones, aunque populares en eventos familiares y escolares, pueden ser altamente peligrosas si no se instalan adecuadamente o si no se supervisan las condiciones meteorológicas. El viento es uno de los principales factores de riesgo: una ráfaga repentina puede convertir estos juguetes en trampas mortales.
Las autoridades sudafricanas han iniciado una investigación para determinar si el castillo inflable en Krugersdorp cumplía con las normas de seguridad y si se evaluó el riesgo climático antes del evento. Mientras tanto, padres y organizadores de eventos en todo el mundo están siendo llamados a extremar precauciones.
La Asociación Internacional de Parques y Atracciones recomienda que los castillos inflables estén firmemente anclados al suelo con estacas o pesos adecuados, y que se suspenda su uso si los vientos superan los 30 km/h. Además, siempre debe haber supervisión adulta y revisión constante del pronóstico del tiempo.
Publicidad
Lo que parecía ser un simple juego de niños puede convertirse en un grave peligro si no se toman medidas preventivas. La seguridad, en estos casos, no debe inflarse ni tomarse a la ligera.